DESORDEN DEL PROCESAMIENTO AUDITIVO CENTRAL (DPAC)
Esta semana nuestro compañero Álvaro Tristán nos habla sobre un trastorno poco conocido y que es posible confundirlo con otros trastornos fácilmente.
En primer lugar, decir, que el procesamiento auditivo es la capacidad del sistema nervioso central, para procesar, analizar, interpretar y usar la información sonora. Es decir, “es lo que nuestro cerebro hace con los sonidos que escuchamos”.
El desorden o trastorno en el procesamiento auditivo central parece encontrarse detrás de diferentes alteraciones del lenguaje, y es un trastorno, que en su inmensa mayoría, pasa desapercibido, por su especificidad y por su dificultad para ser detectado, ya que, en muchas ocasiones, la persona que lo padece oye todo, pero lo entiende mal o de manera parcial. En la práctica, es frecuente que estas personas no sean diagnosticadas con un déficit de procesamiento auditivo central (DPAC) y si de trastorno por déficit de atención e hiperactividad o de trastorno de lenguaje, además de haber pasado las pruebas auditivas convencionales con total normalidad.
El déficit en el Procesamiento Auditivo Central se trata de una dificultad para atender, discriminar, recordar y comprender el habla, aunque la audición periférica y otros ámbitos de competencia cognitiva estén dentro de los límites de la normalidad.
Puede existir dificultad para distinguir entre sonidos o palabras similares, separar la información relevante del ruido de fondo, e incluso dificultad para recordar o comprender lo que se ha oído. Esto puede afectar al desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación y parece ser cada vez más evidente, que el desorden en el Procesamiento Auditivo Central es uno de los factores más importantes asociados al TEL.
Este trastorno aparece en el 3-5% de la población infantil, 4:1niños/niñas y en el 30-50% de niños con alteraciones del aprendizaje. Hoy en día no hay evidencias claras del origen o etiología de este trastorno y se achaca a trastornos obstétricos, genéticos o a enfermedades adquiridas.
Se debe remarcar que muchos de estos signos o características no son exclusivos al Trastorno de Procesamiento Auditivo Central y que algunos se encuentran presentes en personas con otros tipos de déficits o trastorno. Por lo tanto, no debemos asumir que la presencia de cualquiera de estos comportamientos determina que el niño tiene un DPAC. No se puede realizar un diagnóstico definitivo hasta que no se haga la prueba de audición especializada y se hayan descartado otras etiologías.
En lo que refiere al tratamiento, este es multidisciplinar e incluye:
● Modificaciones ambientales (señales, ruidos).
● Estrategias de comunicación por parte de los docentes.
● Manejo terapéutico directo con programas de entrenamiento y terapia sonora.
